Como miembro fundador de CoGDEM (Consejo de Detección de Gases y Vigilancia Medioambiental), estamos muy satisfechos de que la ministra de Comunidades, Penny Mordaunt, haya hecho obligatoria la instalación de alarmas de humo y monóxido de carbono (CO) en las viviendas alquiladas por parte de los propietarios privados.

El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de los combustibles fósiles, por una mala ventilación, por obstrucciones, por falta de oxígeno y por aparatos dañados o mal mantenidos. El monóxido de carbono es un gas tóxico incoloro, inodoro e insípido, imposible de detectar por los sentidos humanos. Se absorbe en el cuerpo simplemente al respirar. La intoxicación por CO puede producirse durante un largo periodo de tiempo o en cuestión de minutos.

Todas las propiedades que utilizan combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón e incluso quemadores de leña) deberían tener instalada una alarma de monóxido de carbono; esto no sólo es relevante para las propiedades residenciales, sino también para las instalaciones comerciales y municipales. Estas alarmas avisan con antelación de un posible incidente, alertando a las personas para que abandonen la propiedad cuando suene la alarma, para escapar del fuego o la intoxicación. Esta nueva normativa salvará cientos de vidas cada año.

La práctica de que los socorristas lleven rutinariamente monitores portátiles aún no está extendida. Estamos trabajando con la CoGDEM para aumentar la concienciación sobre el CO. El personal de los servicios de emergencia (es decir, los bomberos y el personal de las ambulancias), los proveedores de gas natural y las empresas de servicios suelen responder a eventos de alarma de CO y podrían entrar en un entorno potencialmente peligroso. Su trabajo es más seguro, y su riesgo de exposición se reduce, utilizando un monitor personal o portátil.

Para más información sobre esta nueva legislación que salva vidas, consulte: http://www.legislation.gov.uk/uksi/2015/614/article/2/made