El 22 de marzo, Día Mundial del Agua, nos recuerda su importancia y cómo el agua está relacionada con todos los ámbitos de la vida, desde la salud personal hasta el uso comercial. El agua limpia, y la capacidad de tratarla, es esencial para mantener y mejorar la vida. ¿Cómo podemos aportar nuestro granito de arena?
La mayoría de nosotros da por sentado el agua potable, ya sea del grifo o de una botella de agua. Por desgracia, para millones de personas no puede decirse lo mismo. UNICEF calcula que el 36% de la población mundial carece de instalaciones de saneamiento mejoradas, mientras que más de 750 millones utilizan fuentes de agua potable inseguras. Sin embargo, la situación está cambiando y, gracias a la concienciación, la urbanización, la industrialización y el acceso a la tecnología, el agua es cada vez más segura. India se apresura a construir aseos para 600 millones de personas en 2019, aproximadamente la mitad de la población, que actualmente carecen de acceso a agua limpia y a inodoros con cisterna. Pero a medida que desarrollamos el suministro y el tratamiento, también debemos pensar en los peligros que generan.
Los procesos de purificación del agua y de tratamiento de las aguas residuales producen una gran variedad de riesgos de gases tóxicos y combustibles que deben evaluarse y controlarse de forma continua. Es importante mantener al personal de estos entornos a salvo de gases tóxicos potencialmente peligrosos como el cloro (Cl2), el amoníaco (NH3), el ozono (O3), el sulfuro de hidrógeno (H2S), el dióxido de carbono (CO2), el nitrógeno (N2) y dióxido de azufre (SO2), todos ellos utilizados habitualmente en el proceso de tratamiento de aguas limpias y sucias. La acción y el desplazamiento microbianos pueden agotar los niveles de oxígeno, lo que aumenta el riesgo de asfixia en las zonas de almacenamiento y procesamiento, así como en la multitud de espacios confinados tanto in situ como dentro de los sistemas de alcantarillado. La acumulación y el almacenamiento de gases inflamables son también riesgos prevalentes a medida que se introducen iniciativas para reducir los costes energéticos y las emisiones, ya que muchas plantas de aguas residuales capturan el metano de los digestores para alimentar los procesos y generar electricidad.
A medida que los países invierten en la infraestructura para proporcionar estos importantes recursos para procesar el agua en estado apto para su descarga o consumo, es igualmente crítico que también inviertan en los sistemas que mantendrán a sus trabajadores seguros en estos peligrosos entornos de trabajo. Crowcon contribuye a mantener la seguridad de la industria del agua protegiendo las instalaciones y el personal de los riesgos de los gases, específicamente para los que trabajan en las plantas de tratamiento, así como en las actividades de mantenimiento y reparación.
Lea más sobre cómo evaluar los riesgos en las instalaciones de tratamiento de agua.
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