Los detectores de fotoionización o sensores PID son la opción ideal para detectar bajas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles (COV). El PID de Crowcon, o detector de fotoionización, utiliza una lámpara de 10,6 electronvoltios y ofrece estabilidad para detectar una amplia gama de COV. Utilizando una fuente de luz interna, la muestra de gas pasa y la luz ultravioleta con un potencial de ionización de 10,6 eV rompe un electrón de una molécula de gas.
De este modo, los sensores PID descomponen los COV del aire en iones positivos y negativos, que se acercan a los electrodos altamente cargados y, a partir del flujo de corriente resultante, detectan o miden la cantidad de gas ionizado. La corriente es una función de los niveles de concentración de los compuestos presentes en el aire. Los PID pueden utilizarse para medir una serie de gases peligrosos.
Peligro
Los trabajos de entrada en espacios confinados sin protección pueden ser peligrosos, por lo que es necesario realizar comprobaciones previas a la entrada para aclarar si hay gases o vapores tóxicos o inflamables. Una vez reconocidos y cuantificados estos gases, si es seguro entrar, los trabajadores también pueden utilizar los sensores PID para supervisar continuamente el espacio mientras están dentro, así como para controlar los niveles durante un periodo de tiempo más largo.
En el sector del petróleo y el gas, la tecnología PID puede utilizarse como parte de un programa de supervisión del perímetro dentro de los emplazamientos industriales y las comunidades circundantes para medir las emisiones de los emplazamientos y garantizar que los controles establecidos funcionan. La monitorización del perímetro ofrece información útil para saber si los sistemas de gestión de emisiones están funcionando según lo previsto y, si no es así, ilustra la necesidad de actuar antes de que los niveles de gas sean peligrosos para los trabajadores y la comunidad.
La tecnología de detección por fotoionización es útil en las aplicaciones de extracción de petróleo y gas debido a su capacidad para detectar cientos de COV, además de una serie de otros gases. Debido a su flexibilidad y capacidad de detección versátil, es ideal para proteger a las personas que trabajan en un entorno que podría exponerlas a disolventes, colas o pinturas, así como a los COV que pueden estar presentes en los alrededores de las instalaciones de petróleo y gas.
Los detectores PID suelen ser la mejor opción para la detección de múltiples gases pesados y disolventes en un entorno específico. Si el gas es conocido en un entorno, entonces calibre el PID para ese tipo de gas en lugar de darle una calibración general.
Los entornos sucios y húmedos pueden afectar negativamente al funcionamiento del sensor PID. La humedad en un entorno puede provocar corrientes de fuga o dispersar la luz ultravioleta y causar una sensibilidad reducida. Si la sensibilidad del sensor se ha visto muy mermada, lo que puede comprobarse durante el proceso de calibración, debe limpiarse la lámpara para mejorar su funcionalidad. Los PIDS que utilizan diseños de pila de electrodos son mejores opciones, ya que pueden diseñarse para reducir la interferencia de la humedad.
Sin embargo, la pila de electrodos es extremadamente sensible y puede tener una vida útil reducida si se encuentra en lugares muy contaminados. Como es desechable, es posible tener una pila de electrodos de repuesto y tenerla a mano en las instalaciones de servicio para sustituirla tras el uso del EPI en entornos sucios, cuando sea necesario. Después de sustituir la pila de electrodos, el PID debe recalibrarse.
