Seguridad con el gas este verano

Mantener la seguridad del gas es tan importante en verano como en invierno. Aunque la calefacción central de gas puede estar desactivada en verano, la caldera sigue sirviendo para calentar agua, y es posible que también se utilice una cocina de gas para cocinar. Además, es importante tener en cuenta las barbacoas de gas, que suelen ser utilizadas y disfrutadas por una parte importante de la población. Más del 40% de las personas posee una barbacoa de gas, y alrededor del 30% la utiliza semanalmente para preparar cómodas comidas al aire libre.

Cuando se trata de seguridad del gas, no hay temporada baja: los aparatos y calderas descuidados pueden suponer un grave riesgo de intoxicación por monóxido de carbono, con consecuencias potencialmente mortales. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre los principales retos durante el verano.

Seguridad en las barbacoas

Durante el verano, a menudo disfrutamos de actividades al aire libre y de largas veladas. Tanto si llueve como si hace sol, las barbacoas se convierten en el plato fuerte, y suelen causar mínimas preocupaciones aparte del tiempo o de garantizar una cocción completa. Sin embargo, es crucial reconocer que la seguridad del gas va más allá de los hogares y los entornos industriales, ya que las barbacoas requieren una atención especial para garantizar su seguridad.

Aunque los riesgos del monóxido de carbonopara la salud están ampliamente reconocidos, su asociación con las barbacoas suele pasar desapercibida. En condiciones meteorológicas desfavorables, podemos optar por hacer la barbacoa en zonas como garajes, portales, tiendas de campaña o toldos. Algunos incluso meten las barbacoas dentro de las tiendas después de usarlas. Estas prácticas pueden ser extremadamente peligrosas, ya que el monóxido de carbono se acumula en estos espacios cerrados. Es esencial insistir en que la zona de cocción debe situarse lejos de los edificios, bien ventilada con aire fresco, para mitigar el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono. Es vital familiarizarse con los signos de intoxicación por monóxido de carbono, como dolores de cabeza, náuseas, disnea, mareos, colapso o pérdida de conciencia.

Además, el almacenamiento de bombonas de gas propano o butano en garajes, cobertizos e incluso viviendas presenta otro peligro potencial. Sin darnos cuenta, la combinación de un espacio cerrado, una fuga de gas y una chispa de un aparato eléctrico puede dar lugar a una explosión potencialmente mortal.

Seguridad del gas en vacaciones

Cuando está de vacaciones, puede que la seguridad del gas no sea su principal preocupación, pero sigue siendo esencial para su bienestar. La seguridad del gas es tan crucial durante las vacaciones como en casa, ya que es posible que tenga un conocimiento o un control limitados sobre el estado de los aparatos de gas de su alojamiento. Aunque la seguridad del gas suele ser similar en caravanas y barcos, acampar en tiendas de campaña presenta consideraciones únicas.

Las estufas de gas para acampar, los calentadores (como los calentadores de mesa y de patio) e incluso las barbacoas de combustible sólido pueden emitir monóxido de carbono (CO), lo que supone un riesgo potencial de intoxicación. Por lo tanto, introducir estos artículos en un espacio cerrado, como una tienda de campaña o una caravana, puede poner en peligro a cualquier persona que se encuentre cerca. Además, es importante tener en cuenta que la normativa sobre seguridad del gas puede variar de un país a otro. Aunque no sea posible conocer todas las normativas locales, puede dar prioridad a la seguridad siguiendo unas sencillas directrices.

Consejos para la seguridad del gas en vacaciones

  • Infórmese sobre el mantenimiento y las revisiones de seguridad de los aparatos de gas de su alojamiento.
  • Lleve consigo una alarma acústica de monóxido de carbono.
  • Tenga en cuenta que los aparatos de su alojamiento de vacaciones pueden diferir de los de su casa. Si no dispone de instrucciones, solicite ayuda a su representante de vacaciones o al propietario del alojamiento.
    • Reconocer las señales de aparatos de gas inseguros:
      • Marcas o manchas negras alrededor del aparato.
      • Llamas naranjas o amarillas perezosas en lugar de azules.
      • Condensación excesiva en su alojamiento.
    • No utilice nunca cocinas, estufas o barbacoas de gas para calentarse, y asegúrese de que haya una ventilación adecuada cuando las utilice.